De pronto de asalta la sensación de que vas a perder la vida. Sensación muy desagradable que hace temer a los ataques de pánico. Veamos cómo manejarlos.
Esta bitacora "sintomas de depresion y ansiedad" está dedicada a los trastornos que actualmente más afectan a la sociedad, los trastornos que más sufrimiento e incomprensión tienen en el mundo "desarrollado".
Dentro del trastorno de ansiedad, uno de los síntomas más alarmantes es el denominado ataque de pánico. Aunque distintos escritores defienden una diferencia radical entre los trastornos de pánico y lo trastornos de ansiedad, actualmente la opinión mayoritaria defiende que son lo mismo; en concreto los ataques de pánico son uno de los síntomas del trastorno de ansiedad.
El trastorno de pánico para definirlo de manera escueta es: un episodio corto de temor intenso, especialmente vinculado al miedo a perder la vida.
Esta definición, además de escueta, es poco precisa: ¿Cuánto tiempo abarca un periodo corto?, en realidad se considera que el ataque de pánico es un episodio que adquiere su máxima intensidad en los 10 primeros minutos, pero puede durar desde 15 minutos hasta horas.; ¿Cómo se cuantifica el "intenso temor"?, en realidad este temor no es cuantificable, el indicador que medirá si estamos en un ataque de pánico vendrá más relacionado con el tener un súbito pánico (= miedo extremo) que no responde a ninguna razón aparente (bien sea para la persona que lo sufre o para los demás).
Para la APA (Asociación Psiquiátrica Americana), se está produciendo un ataque de pánico cuando se cumplen simultáneamente estas condiciones:
Nosotros, al igual que otros especialistas, no estamos especialmente de acuerdo con esta clasificación, en concreto por ser un "acuerdo", una manera de clasificar acordada y que igual que actualmente requiere de cuatro o más síntomas, podría revisarse en un futuro e incluir cinco o más -con lo que pacientes diagnosticados dejarían de serlo- o incluir tres o más - con lo que pacientes que no han estado diagnosticados pasarían a serlo - cuando, en realidad siempre lo debieron estar.
Pese a esta diferencia de opinión, el criterio de diagnóstico de la APA sí resulta útil, a la hora de describir la gran cantidad de síntomas desagradables que acompañan al ataque de pánico (quien, a su vez, es un síntoma del trastorno de ansiedad).
Los ataques de pánico son altamente incapacitantes, desagradables y pueden estigmatizarnos por lo que es responsable aprender técnicas que nos permitan
Provocar la salivación.
Cuando se produce un ataque de pánico, nuestro cuerpo responde a un peligro irreal o desconocido, nuestro cuerpo se está preparando para poder salir airosos de un peligro que nos acecha y para ello genera una gran cantidad de adrenalina. Adrenalina que acumulamos en nuestro organismo y a la que no damos escape, por lo que genera muchos de los síntomas desagradables.
Está demostrado que nuestro cuerpo es incapaz de generar simultáneamente adrenalina y saliva, por lo que, en cuanto notemos los primeros indicios de ir a sufrir un ataque de pánico deberemos salivar (por ejemplo mordiendo la punta de la lengua - sin hacernos daño-) para evitar producir adrenalina que empeore la situación.
Parar pensamientos negativos.
Entramos sin querer en un círculo vicioso, el miedo hace que tengamos pensamientos que refuerzan el miedo y lo hacen crecer. Es el momento de gritar fuerte en nuestro interior ¡PARA!. No estamos quitando importancia a los pensamientos, estamos diciéndole a nuestro cuerpo que no es el momento. Cuando pase el ataque de pánico ya volveremos sobre ellos.
Aceptar las emociones.
Este punto resulta especialmente complicado: cuando tenemos la sensación de vómito inminente es complicado aceptarla, pero la solución no estará en luchar contra ella sino en centrarnos en ella, en identificarla, en medirla, en estudiarla,.., en sentirla.
Luchar sólo incrementará las sensaciones, debemos sentirlas como ajenas a nosotros.
Respirar.
Muchos especialistas definen este punto como el hecho de aprender a relajarse, aprender cómo volver a un estado de calma en estos momentos de crisis, nosotros consideramos que se está pidiendo un nivel de control que pocos especialistas tienen.
Lo que sí es un hecho demostrado es que, en los momentos de ataque de pánico, modificamos inconscientemente nuestra manera de respirar, bien hiperventilando, cogiendo más oxigeno del necesario o bien haciendo apneas, cogiendo menos. Ningún extremo es bueno.
Nuestro consejo es practicar previamente cuanto es el nivel de respiración que realizamos habitualmente, aprenderlo y, en el momento de un ataque de pánico, intentar reproducirlo.
Mensajes preparados.
Un artificio que suele resultar altamente productivo es haber elaborado previamente un conjunto de frases "tranquilizadoras", un conjunto de frases que podamos repasar en este momento.
Puesto que un ataque de pánico, no es un buen momento para ponerse a pensar en demasía, es recomendable llevar una lista escrita con estas frases. Una lista que podamos leer en la crisis y centrar nuestra atención en la misma. Una lista que elaboraremos para nosotros mismos con aquello que nos resulta real, útil, y que incluirá afirmaciones del estilo:
Cuando hablamos de trastorno de ansiedad, hablamos de un trastorno del proceso de razonamiento de la realidad que anticipa y nos prepara ante las situaciones de peligro. El ataque de pánico es un síntoma de dicho trastorno, un síntoma que supone una respuesta exagerada de pánico ante algo desconocido o irrelevante para los demás. Un sentimiento extremado, intenso y desagradable que no queremos repetir y que podemos aprender a manejar con las técnicas que hemos descrito.
Esta bitacora "sintomas de depresion y ansiedad" está dedicada a los trastornos que actualmente más afectan a la sociedad, los trastornos que más sufrimiento e incomprensión tienen en el mundo "desarrollado".
El trastorno de pánico para definirlo de manera escueta es: un episodio corto de temor intenso, especialmente vinculado al miedo a perder la vida.
Esta definición, además de escueta, es poco precisa: ¿Cuánto tiempo abarca un periodo corto?, en realidad se considera que el ataque de pánico es un episodio que adquiere su máxima intensidad en los 10 primeros minutos, pero puede durar desde 15 minutos hasta horas.; ¿Cómo se cuantifica el "intenso temor"?, en realidad este temor no es cuantificable, el indicador que medirá si estamos en un ataque de pánico vendrá más relacionado con el tener un súbito pánico (= miedo extremo) que no responde a ninguna razón aparente (bien sea para la persona que lo sufre o para los demás).
Para la APA (Asociación Psiquiátrica Americana), se está produciendo un ataque de pánico cuando se cumplen simultáneamente estas condiciones:
- Inicio brusco de la sensación y no responde a causa aparente.
- Su nivel máximo de intensidad se alcanza en los primeros 10 minutos.
- Se producen simultáneamente cuatro (o más) de los siguientes síntomas:
- Sensación de Ahogo o falta de aliento.
- Palpitaciones, Sacudidas del corazón o aumento de las pulsaciones.
- Inestabilidad, Mareo, sensación de que nos vamos a Desmayar.
- Sudoración fría.
- Temblores o sacudidas.
- Sensación de atragantarse.
- Opresión en el pecho.
- Náuseas o sensación de vomito inminente.
- Sensaciones de realidad o de estar separado de uno mismo.
- Sensación de que se va a perder el control o a volverse loco.
- Sensación de que se va a morir.
- Hormigueos o entumecimientos.
- Escalofríos o sofocaciones.
Nosotros, al igual que otros especialistas, no estamos especialmente de acuerdo con esta clasificación, en concreto por ser un "acuerdo", una manera de clasificar acordada y que igual que actualmente requiere de cuatro o más síntomas, podría revisarse en un futuro e incluir cinco o más -con lo que pacientes diagnosticados dejarían de serlo- o incluir tres o más - con lo que pacientes que no han estado diagnosticados pasarían a serlo - cuando, en realidad siempre lo debieron estar.
Pese a esta diferencia de opinión, el criterio de diagnóstico de la APA sí resulta útil, a la hora de describir la gran cantidad de síntomas desagradables que acompañan al ataque de pánico (quien, a su vez, es un síntoma del trastorno de ansiedad).
Los ataques de pánico son altamente incapacitantes, desagradables y pueden estigmatizarnos por lo que es responsable aprender técnicas que nos permitan
Manejar Rápido los Ataques de Pánico.
Provocar la salivación.
Cuando se produce un ataque de pánico, nuestro cuerpo responde a un peligro irreal o desconocido, nuestro cuerpo se está preparando para poder salir airosos de un peligro que nos acecha y para ello genera una gran cantidad de adrenalina. Adrenalina que acumulamos en nuestro organismo y a la que no damos escape, por lo que genera muchos de los síntomas desagradables.
Está demostrado que nuestro cuerpo es incapaz de generar simultáneamente adrenalina y saliva, por lo que, en cuanto notemos los primeros indicios de ir a sufrir un ataque de pánico deberemos salivar (por ejemplo mordiendo la punta de la lengua - sin hacernos daño-) para evitar producir adrenalina que empeore la situación.
Parar pensamientos negativos.
Entramos sin querer en un círculo vicioso, el miedo hace que tengamos pensamientos que refuerzan el miedo y lo hacen crecer. Es el momento de gritar fuerte en nuestro interior ¡PARA!. No estamos quitando importancia a los pensamientos, estamos diciéndole a nuestro cuerpo que no es el momento. Cuando pase el ataque de pánico ya volveremos sobre ellos.
Aceptar las emociones.
Este punto resulta especialmente complicado: cuando tenemos la sensación de vómito inminente es complicado aceptarla, pero la solución no estará en luchar contra ella sino en centrarnos en ella, en identificarla, en medirla, en estudiarla,.., en sentirla.
Luchar sólo incrementará las sensaciones, debemos sentirlas como ajenas a nosotros.
Respirar.
Lo que sí es un hecho demostrado es que, en los momentos de ataque de pánico, modificamos inconscientemente nuestra manera de respirar, bien hiperventilando, cogiendo más oxigeno del necesario o bien haciendo apneas, cogiendo menos. Ningún extremo es bueno.
Nuestro consejo es practicar previamente cuanto es el nivel de respiración que realizamos habitualmente, aprenderlo y, en el momento de un ataque de pánico, intentar reproducirlo.
Mensajes preparados.
Un artificio que suele resultar altamente productivo es haber elaborado previamente un conjunto de frases "tranquilizadoras", un conjunto de frases que podamos repasar en este momento.
Puesto que un ataque de pánico, no es un buen momento para ponerse a pensar en demasía, es recomendable llevar una lista escrita con estas frases. Una lista que podamos leer en la crisis y centrar nuestra atención en la misma. Una lista que elaboraremos para nosotros mismos con aquello que nos resulta real, útil, y que incluirá afirmaciones del estilo:
- Llevo años viajando en el metro y nunca me ha pasado nada.
- Esta crisis, como las demás, la voy a superar.
- Por real que sientas los síntomas, las otra vez también lo eran y pasaron.
- Pasará muy pronto y me daré como premio....
Cuando hablamos de trastorno de ansiedad, hablamos de un trastorno del proceso de razonamiento de la realidad que anticipa y nos prepara ante las situaciones de peligro. El ataque de pánico es un síntoma de dicho trastorno, un síntoma que supone una respuesta exagerada de pánico ante algo desconocido o irrelevante para los demás. Un sentimiento extremado, intenso y desagradable que no queremos repetir y que podemos aprender a manejar con las técnicas que hemos descrito.
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