Que es la depresion

Depresión, ansiedad, estrés son trastornos del ánimo. ¿qué es eso?. Descubramos qué son realmente estos trastornos si queremos aprender a superarlos.


Todos los que parecemos de los trastornos del ánimo, queremos saber qué son. Todos sabemos  qué nos están produciendo, esto es: sus síntomas, cómo se están manifestando en nosotros, pero lo que querríamos saber es qué son estos trastornos, qué los produce y -sobretodo- como podemos curarlos.

Cuando comenzamos a tener los síntomas, cuando acudimos al médico especialista porque no nos encontrábamos bien, en realidad no buscábamos conocer qué nos ocurría, sólo buscábamos una cura a nuestro mal. Nuestro especialista nos diagnosticó que padecíamos de depresión o de ansiedad o de estrés, fuera la que fuese nosotros entendimos que habíamos caído en una enfermedad "mala" (como si hubiese buenas).

Depresion Ansiedad Estrés Tremenditis
Autor: RacoonyRE 
Aunque puede que no fuera tu caso, a la mayoría nos costó asimilar el diagnóstico: no era posible que nuestros males físicos respondieran a un problema mental, por tanto, el médico debía estar equivocado. Asimilarlo fue difícil pero más lo fue el comprender que la solución a nuestro problema no podía estar en un tratamiento farmacéutico tradicional o en una operación quirúrgica, nuestra curación pasa por un problema de "reconstrucción mental".

Asumido que este es el camino de la cura de nuestra depresión o ansiedad, queremos que nos informen de qué es realmente nuestro trastorno para tener un comienzo, un punto de partida para comenzar nuestra sanación.

Lo normal es que confiemos en nuestro especialista y sea a él a quien dirijamos esta pregunta. Nuestro especialista, como si estuviera escribiendo una receta al farmacéutico -cosa que hacen en un código escrito que sólo ellos son capaces de descifrar-, nos indica que el nombre técnico que nuestro trastorno de depresión, ansiedad o estrés es el de neurosis: una alteración de nuestro sistema nervioso producida frecuentemente por una alteración de nuestra mente.

En realidad muchos médicos consideran que no es conveniente que los enfermos de depresión, ansiedad o estrés sean conscientes de qué les pasa, pues consideran que esto puede ralentizar su sanación por producirles una cierta obsesión recurrente. Otros, simplemente no son capaces de explicarlo y otros no quieren decir la realidad simple,


Depresión, Ansiedad, Estrés = Tremenditis.



Somos conscientes que muchas de las personas que lean esto, simplemente cambiaran de página pues esta no les está diciendo aquello que quieren oír, pero ¿Tú que prefieres: qué te adulemos el oído o conocer la realidad?.

En nuestro artículo Depresion Ansiedad Sentimientos, estuvimos explicando como la realidad es algo objetivo, algo independiente de nosotros. Los hechos acontecen y son percibidos por nuestros sentidos. Muchos creemos que esta realidad es la que marca cómo nos afecta, pero la realidad es que falta un paso en este proceso.

Ante un mismo acontecimiento objetivo,  nuestro equipo de fútbol ha ganado el partido o hemos perdido el metro, la realidad es igual para todos los que lo padecemos pero no a todos nos repercute igual. ¿Porqué?  Porque aquello que percibimos con los sentidos es procesado por nuestro cerebro y es la interpretación que hace de esta realidad la que produce unos sentimientos u otros.

Los humanos nos pasamos el día evaluando, cada cosa que nos acontece es evaluada y no podemos dejar de hacerlo. Si nos fijamos las técnicas de meditación no buscan dejar la mente en blanco (algo francamente difícil pues va contra nuestra naturaleza), buscan centrar nuestra mente en algo "inocuo" para que así descanse de pensar en el resto. Evaluamos y evaluamos y es en ese proceso donde nos hemos distorsionado y la causa de nuestro estado actual.

Al evaluar, clasificamos las cosas como buenas, malas o indistintas, cuando hemos caído en los estados de depresión, ansiedad o estrés, a estas clasificaciones tradicionales les añadimos dos: lo muy muy malo y lo muy muy bueno.

Cuando algo ocurre ya no podemos clasificarlo como malo, todo lo malo pasa a ser muy muy malo, tan malo que va a ser imposible que lo superemos. Aunque menos frecuente, cuando pasa algo que evaluamos como bueno, pasa inmediatamente a ser muy muy bueno, lo mejor, inmejorable. Hemos caido en la tremendítis, las cosas no son nunca 100% malas ni 100% buenas. En todo lo malo hay algo bueno (siempre hay una lección) y en todo lo bueno hay algo malo.


Por ser lo que normalmente más nos afecta vamos a centrarnos en aquello que antes era malo y ahora clasificamos como malísimo.

Si analizamos la principal creencia que nos atenaza, esta tendrá casi con total seguridad estas tres características:

  • Producirá malestar emocional.
  • No resuelve de ningún problema.
  • Será falsa.

Algunos pensarán que la primera característica es obvia, pues tenemos depresión, ansiedad o estrés, la realidad es que muchas personas no son conscientes de qué es esta creencia la que está produciendo el daño en nuestro cerebro que se ha manifestado como esta enfermedad. No siempre es fácil relacionar los sentimientos (la llamada inteligencia emocional es algo que no todos tienen desarrollado - nosotros no lo teníamos-). Para comprobar que esto es así bastará con fijarnos en que cuanto más evadimos nuestra mente de esta creencia (sea de forma voluntaria o por causas externas que centran nuestra atención en otro punto) nuestra salud emocional mejora.

La segunda característica tiene que ver con que esta creencia seguro que es inútil, esto es, no nos aporta nada. Es una característica común el que estas creencias nunca nos conducen a la resolución de ningún problema, si conseguimos serenarlas nos daremos cuenta de que estábamos intentando, como se dice normalmente, matar moscas a cañonazos.

Y la tercera característica es la más difícil de asimilar: son falsas. Este punto es muy conflictivo, muchas personas dirán que lo que les ocurre es objetivo y medible y, por tanto, son reales. Nadie niega que existan auténticos traumas o situaciones francamente adversas pero, aún en estos casos, nuestra creencia suele ser exagerada, esto es: puede tomarse con una relatividad y no -como solemos hacer- añadiendo más leña al fuego.


Sabemos que lo que estamos exponiendo es difícil de asimilar y más difícil aún de cambiar pero debemos entender que somos nosotros quienes estamos alimentando nuestras creencias, quienes estamos interpretando de manera exagerada la realidad y debemos, como primer paso de nuestra curación, aceptar de manera razonada que las cosas no son tan extremas como las clasificamos, no somos los peores, no somos unos fracasados, no somos un caso perdido, etc. En estas clasificaciones nos hemos puesto nosotros y nuestro extremismo, y somos nosotros los que debemos sacarnos de ellos simplemente siendo tan justos con nosotros como lo somos con los demás.



Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 18:48
Escrito por: Administrador

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