Depresion Ansiedad y Sentimientos

La manera en que nos sentimos hace que no veamos la realidad y cada vez nos hundamos más en el pozo de la depresión y la ansiedad.

A partir de la observación de las personas que padecemos trastornos de depresión y ansiedad es fácil percatarse de que tenemos una percepción de la realidad distorsionada.

Las personas que padecemos los trastornos psíquicos de depresión y ansiedad, frecuentemente tenemos lagunas mentales (mente en blanco), dificultades para centrar nuestra atención, pérdidas de memoria, "despiste", etc. Características estas que hacen que vivamos aislados de la realidad, alejados de las cosas cotidianas, etc.

Con esta premisa, muchas de las escuelas tradicionales del tratamiento de los trastornos de depresión y ansiedad han considerado que nuestros sentimientos están interfiriendo en la manera en la que percibimos la realidad, que la manera en que nos sentimos impide el que veamos la realidad tal cual es y, por tanto, no podamos vivirla con normalidad (como lo hacen los demás). Son nuestros sentimientos los causantes de nuestra depresión y ansiedad.

Me siento triste, esta tristeza nubla mi visión de la vida y cada vez me hundo más

Este es un tema importante, pues de este planteamiento surgen distintas escuelas que tratan de curar los trastornos de depresión y ansiedad y que se basan, fundamentalmente en que, puesto que son nuestros sentimientos los que están interfiriendo en nuestra capacidad de percibir la realidad tal cual es y disfrutar de ella, la cura de la depresión y la ansiedad deberá centrarse en corregir dichos sentimientos: debemos entrar en comunicación con los sentimientos, profundizar en cómo nos sentimos para corregir aquello que nos altera, aquello que nuestro yo interior trata de comunicarnos como paso inexcusable a nuestra cura.

A partir de los estudios más recientes podemos concluir que: este planteamiento está equivocado.

LA DEPRESION Y LA ANSIEDAD
NO SON CONSECUENCIA DE NUESTROS SENTIMIENTOS

Veamos el mecanismo de captura de la información que tenemos:

Los humanos percibimos la realidad que nos envuelve a partir de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto). Para ello disponemos de distintos órganos que son quienes capturan esa realidad y remiten la información a nuestro cerebro.

La realidad de nos envuelve es algo ajeno a nosotros, las cosas ocurren y pasan a ser realidades. Nuestros órganos encargados transmiten la información que perciben, sin analizarla, nuestros ojos son como la cámara de un portero automático, captura la imagen y la remite al terminal.

Cuando la información llega a nuestro cerebro, este la procesa, la evalúa y a partir de este análisis concluye si lo que está percibiendo es beneficioso para nosotros, nos resulta perjudicial o simplemente no nos afecta.

En tanto en cuanto nuestro cerebro no procese la información recibida, no sabremos de qué manera nos afecta. Es del conocimiento de cómo nos va a afectar lo percibido de lo que se crearán los sentimientos: si razonamos que es beneficioso, tendremos alegría, si razonamos que es perjudicial, tristeza, temor, etc.y si procesa que no nos afecta, simplemente pasará sin que recabemos en ello.

Sentimientos - Depresión - Ansiedad


Como vemos el planteamiento tradicional está equivocado: no son nuestros sentimientos quienes alteran la manera en la que percibimos la realidad sino que es la manera en la que razonamos la realidad la que está desembocando en los sentimientos.


Sentimientos y Sintomas Cognitivos




Al principio del artículo hemos descrito una serie de síntomas cognitivos de los trastornos de depresión y ansiedad.

Hablar de síntomas de depresión y ansiedad es hablar de alarmas que nos informa que algo no funciona bien. Hablar de síntomas cognitivos es hablar de la manera que tenemos de razonar la realidad. Los síntomas cognitivos relacionados al principio del artículo (lagunas de memoria, dificultad de concentración, etc.) son los síntomas cognitivos visibles, los que pueden ser observados por otras personas y, por tanto, pueden ser identificados con mayor celeridad (nos pueden informar de ellos).

Otro tipo de síntomas cognitivos, menos visibles, pero más interesantes desde el punto de vista de nuestro objetivo de curar la depresión y la ansiedad, son los que tienen que ver con la manera que tenemos de razonar la realidad. Estos síntomas suelen ser difíciles de detectar por que suelen estar muy interiorizados, es tanto el tiempo que llevamos razonando de esa manera que pensamos que es la única manera de razonar, es tanto el tiempo que convivimos con ellos que los hacemos de manera automática, sin ni tan siquiera darnos cuenta.

El que estén interiorizados no quiere decir que deban seguir ahí, ni mucho menos que sean maneras de razonar correctas. ¿Recuerdas la inocencia con la que percibías la realidad de más joven?. Puedes alegar que justamente esta inocencia es la que indica que esa manera de razonar estaba equivocada, que han sido los años los que te han demostrado que estabas equivocado y ahora estás en lo correcto; permíteme una reflexión: tu manera de ver la realidad desde la inocencia no te provocaba dolor y sí felicidad y la actual no te permite ver más que los problemas asociados a cada cosa.

Con esto no queremos decir que tengamos que volver a la inocencia y desaprender lo aprendido sino que debemos reevaluar aquello que razonamos y darnos cuenta que estamos interpretando la realidad de una manera distorsionada (basta con hablar con otras personas para darnos cuenta que no razonan la realidad de la misma manera que nosotros), debemos percatarnos de esta alteración para comenzar nuestro camino de curar la depresión y la ansiedad.

Vamos a poner como ejemplo un de los síntomas cognitivos más habituales: el filtro mental.

"Juana, es una joven emprendedora de éxito, finalizó los estudios de forma brillante y emprendió una aventura empresarial que le ha permitido en poco tiempo disponer de la independencia económica que todos buscamos, crear una cartera sólida de clientes e incluso recibir el premio a la emprendedora del año.
Un día Juana recibe la visita de uno de sus comerciales y este le indica que uno de sus clientes está muy descontento con  el último lote de producto recibido. Este cliente le había comunicado que no estaba satisfecho con el funcionamiento de la empresa: los tiempos de entrega no eran los debidos, la calidad del embalaje dejaba mucho que desear, la facturación era excesiva, etc.
En este momento Juana se siente frustrada, nada de lo que ha hecho hasta ahora sirve para nada, la opinión de este cliente va a correrse como la pólvora entre los demás clientes y estos cancelarán sus pedidos, reclamarán pérdidas, ella se verá obligada a cerrar y habrá fracasado en la vida."

Aunque en la historia que se describe existen distintas alteraciones en el razonamiento, vamos a fijarnos en la que llamamos filtro mental: este síntoma se presenta cuando - de manera normalmente inconsciente - restamos valor a las cosas positivas y nos quedamos sólo con las negativas, maximizándolas. En el caso de Juana, ha restado importancia a los éxitos cosechados y se ha centrado en la opinión de ese único cliente descontento.

Cuando aplicamos el filtro mental no permitimos que nos entre ninguna realidad que pueda contradecir aquello que queremos que sea la verdad. Si pensamos que somos unos fracasados en nuestro trabajo, restaremos valor a los halagos hasta el punto de anularlos y maximizaremos las críticas hasta pensar que son el todo y la realidad.


Estas alteraciones del pensamiento constituyen los síntomas cognitivos de la depresión y la ansiedad, estas alteraciones son las responsables de que percibamos la realidad de manera equivocada, que razonemos los acontecimientos de manera equivocada, que percibamos peligros donde no los hay, etc. Estas alteraciones son las responsables de los sentimientos que acompañan a la depresión y la ansiedad.

Debemos replantear el razonamiento y, de esa manera, habremos aprendido cómo curar la depresión y la ansiedad.



Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 18:13
Escrito por: Administrador

No hay comentarios:

Publicar un comentario