Para superar la depresion: Desdramatizar

Desdramatizar. No te sientas insultado, sabemos de lo importante de tú trauma y de si estás así es porque no puedes evitarlo. Este artículo es para aprender a comenzar a cambiar el enfoque.


Surprise! - By Tetsumo

Cuando padecemos de un trastorno del ánimo (en concreto - en esta bitácora - de trastorno de depresión o de ansiedad), es posible - de hecho frecuente - que no sepamos aquello que es el origen de nuestra dolencia. Para algunos - aparentemente - esto no es ningún problema, conocen perfectamente que es aquello que les ha conducido a su situación actual, otros podemos tener más problemas. Aún así, tras escucharnos durante un tiempo con cierta atención, sí hemos aprendido que existen causas, sucesos, momentos, que nos predisponen o hacen que nuestros síntomas se disparen.

La idea sobre la que versa este artículo es que:"Si le quitamos importancia a las cosas, esta deja de tenerla".


Volvemos a insistir que no estamos intentando decir que aquello que te acontece no tiene importancia, no intentamos decir que pensamos que tú respuesta es irracional y/o desproporcionada para aquello que te preocupa, no intentamos atacarte ni menospreciar el esfuerzo y el sufrimiento al que estás sometido con tu depresión o con tu ansiedad. Sabemos que estas aquí para curar tu depresión, para combatir la ansiedad pues eres consciente de cómo estas te están robando la existencia y te tienen sumido en un sufrimiento casi inhumano.

Debemos hacer un esfuerzo para entender que este no es un ataque e intentar entender aquello que intentamos mostrar como una realidad empírica, demostrada para todas aquellas personas que no padecen de nuestro trastorno de depresión o de ansiedad y que, aunque nuestra dolencia nos hace especialmente sensibles y nos predispone a negar su verdad, la realidad es que también es aplicable a nosotros los deprimidos o los ansiosos.

La importancia que tienen las cosas para nosotros depende en gran medida del foco que pongamos en ella.

Aunque padezcamos de depresión o de ansiedad no somos distintos a los demás. Si nos fijamos en los medios de comunicación, no es difícil detectar cómo explotan esta realidad: cuando quieren darle importancia a algo no paran de tratar de ello y, cuando quieren que nuestra atención se despiste de algún tema, simplemente dejan de hablar de ello. No hablar de algo, no tratar algo, no hace que desaparezca, pero sí que pierda intensidad.

En realidad es como un autoengaño, un despiste de nuestro centro de atención. No somos ilusos, no buscamos que el problema se resuelva por sí solo. El planteamiento que va a resultarnos de gran utilidad para superar nuestro trastorno de depresión o el de ansiedad es el alejarnos del foco que incrementa nuestra dolencia con una doble intención: por una parte al no alimentarlo, conseguiremos una mejor calidad de vida y, por otra, al tener un distanciamiento y una especie de "descanso", estaremos en mejores condiciones para afrontar las cosas con mayor objetividad.

Sabemos que una cosa es plantear la situación y otra es aplicarla, así que veamos unos pasos



Para quitar importancia a la depresión o la ansiedad



  1. Dejar de analizarnos.

    Cuando te hace daño una muela, todos tenemos una tendencia natural a tocar con la lengua la zona dolorida. Sabemos que al hacerlo nuestro dolor aumenta, pero la lengua es indiscreta y, aunque queramos que se esté quieta, vuelve y vuelve a la zona dolorida, no dejando que se tranquilice la zona.

    De la misma forma, cuando algo nos preocupa, no paramos de insistir en ello. Como tenemos un trastorno de depresión o ansiedad, no dejamos que nuestra mente piense en otra cosa que en aquello que nos preocupa.

    Si tenemos un acontecimiento (bien del pasado o bien del futuro) que nos oprime o nos asusta, no dejamos de recrearlo en nuestra imaginación, haciéndolo presente: Conseguimos que algo que ya ha pasado (y sobre lo que no podemos actuar) o algo que aún no ha pasado (en el mejor de los casos sólo disponemos de cierto control) se apodere completamente del presente. Estamos alimentando y creciendo ese sufrimiento.

    La idea está en dejar de estar pendientes de cómo nos sentimos. Tenemos sensaciones de mareo, angustia, dolores, hormigueos, etc. sabemos que es difícil pero la idea está en centrar nuestra atención en otra cosa y no preocuparnos tanto de cómo estamos.

  2. Tomar distancia.

    De la misma manera que todos conocemos a personas que no nos resultan beneficiosas, personas que nos resultan pesadas, cansinas, entristecedoras, obsesivas, mal educadas, etc. y nuestro instinto es el de alejarlas de nuestro lado por la mala influencia que ejercen, nosotros ahora somos nuestro principal enemigo.

    Nuestra mente - de una manera que, aparentemente, no podemos controlar - insiste en llevarnos a pensamientos que no nos resultan beneficiosos. Para contrarrestar este circulo debemos obligar a la mente a pensar en otras cosas, incapacitarla para realizar esa labor perniciosa para nuestra depresión o ansiedad, despistándola, haciendo que se centre en otras cosas que resulten mas gratas y, sobre todo, que no pueda centrarse en aumentar nuestra preocupación.

  3. Dialogo interno positivo.

    Una técnica (que no vamos a analizar ahora) indica que cada mañana al levantarnos y después de lavarnos la cara debemos mirarnos al espejo y repetirnos varias veces una simple frase de auto-afirmación (ejemplo: Yo xxx, cada día estoy mejor y estoy aprendiendo a manejar xxx). Algunas personas defienden que este ritual de auto-convencimiento es beneficioso y ayuda en el proceso de curación de la depresión y/o la ansiedad al abrir una vía de comunicación de nuestro consciente con nuestro inconsciente.

    Como hemos dicho, no vamos a entrar a analizar qué hay de cierto en esta técnica sino que vamos a prestar atención a que las recriminaciones a que solemos someternos no nos resultan beneficiosas.

    Tenemos la tendencia a considerarnos los únicos culpables cuando las cosas no salen como creemos que tenían que haber salido, tendemos a castigarnos y hacernos responsables aunque - en realidad - nuestra capacidad de influencia suela ser pequeña y para ello, sobre todo si tratamos de personas, neguemos que los demás son independientes y toman sus propias decisiones.

    Tendemos a un monólogo injusto que nos resulta dañino. Somos nosotros quienes nos estamos diciendo que somos inútiles, que no podemos, que somos los culpables de todo, etc.

    Por supuesto no estamos hablando de mentirnos, pero sí de ser justos con nosotros mismos. Por lo menos tan justos como somos con los demás. Si entendemos que los demás pueden cometer errores, se aceptamos que los demás pueden tener malos días o días bajos, si toleramos las impuntualidades de los demás, etc. ¿no es más justo que nos tratemos a nosotros como a ellos? .

Los trastornos de depresión y ansiedad son trastornos que afectan a nuestro cuerpo físico y a la manera que tenemos de percibir la realidad. Nuestra mente tiene ahora una manera de percibir e interpretar las cosas que no es correcta. Pasado, presente y futuro son evaluados sin la mínima objetividad que requieren y nos producen daño.

Para curar nuestra dolencia, para curar la depresión y/o superar la ansiedad, debemos aprender a distanciar los pensamientos negativos, debemos aprender a relativizar el efecto de aquello que nos preocupa. No hablamos de mentirnos, hablamos de tratarnos con la misma justicia con la que trataríamos a cualquier otra persona.





Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 17:43
Escrito por: Administrador

Mindfulness para Depresion y Ansiedad

Aunque te sorprenda algo tan simple como no hacer nada te va a resultar de gran ayuda en tu objetivo de combatir la depresión o la ansiedad.

Si bien en un artículo pasado hablábamos de la meditación como vía para aprender a controlar la depresión o la ansiedad, vamos a dedicar este artículo a una técnica que, pese a ser muy antigua, está haciendo furor actualmente, es el conocido MindFulness, también conocido como conciencia plena, atención plena o conciencia pura.(En realidad otro anglicismo para referirnos a la meditación).

La sociedad actual condiciona mucho nuestras vidas, todos tenemos planes, obligaciones, responsabilidades, etc. y poco tiempo. Con este panorama ¿Cuándo fue la última vez que dedicaste un tiempo a no hacer nada?

Cuando hablamos de los denominados trastornos del ánimo, la conocida tripleta depresión, ansiedad y estrés, con un aprendizaje aprendido del saber popular, estamos emplazando el origen de nuestro problema en tiempos distintos:
  • Al hablar de depresión: hablamos de personas que tienen un trauma que no son capaces de asimilar, una alteración en su vida pasada que está condicionando su vida actual y su proyecto vital de futuro.

  • Hablar de estrés es hablar de personas que están sobrepasadas por su presente, su presión actual es demasiado alta para lo que pueden soportar.

  • Las personas Ansiosas, son personas que viven constantemente preocupadas anticipando los peligros que les pueden atacar.


De la misma manera que el saber popular relaciona la tristeza con la depresión y, como vimos en nuestro artículo Síntomas de Depresión En los Hombres, es posible que tú no te sientas triste sino pleno de ganas de intentar introducir nuevos alicientes en tu vida (incluso de manera temeraria) y pese a ello tu problema es que tienes depresión; de la misma manera, asociar depresión a algún acontecimiento del pasado es algo que cuanto menos puede resultar equivocado, puede ser que el origen del problema esté en que has perdido las ganas de futuro. Lo mismo ocurre con los otros trastornos del ánimo.

Lo que sí es una realidad que se manifiesta en todos los trastornos es que ya no somos capaces de vivir el presente. Nuestra razón en sí hace que tengamos un pasado y un futuro que no sea conveniente perder para poder vivir: el pasado nos proporciona experiencias de aprendizaje y el futuro es algo que debemos prever (de ahí el conocido dicho de: vive como si fuera el último día y verás que pronto llega).

Aun así el problema radica en que nos centramos tanto en estos aspectos que olvidamos que –en realidad – estamos aquí y ahora y debemos vivirlo. Como decía el fallecido compositor y cantante John Lennon “La vida es aquello que te pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes”. Para combatir la depresión y la ansiedad, tendremos que aprender que el pasado y el futuro, aunque útiles, no son parte del presente y es ahí donde vivimos.

En el siguiente vídeo, el experto en MindFulness , Andy Puddicombe, nos explica cómo podemos dar la vuelta a esta espiral dedicando sólo 10 minutos diarios a refrescar nuestra mente.

"Basta con 10 minutos de Conciencia" por Andy Puddicombe


Cuando hablamos de todo este tipo de técnicas de “control mental”, de una manera inconsciente nos imaginamos siendo monjes budistas, con la cabeza rapada y con largas vestimentas corinto, sentados en una posición extraña rodeados de incienso en lo alto de una montaña helada. Los más iluminados incluso se imaginarán levitando.

La realidad es bien distinta, para practicar Mindfulness no necesitamos nada de eso. Recordamos que la conciencia plena busca el ser conscientes de todo precisamente dejando que nuestra mente descanse a base de no pensar.

La pregunta que viene ahora es ¿cómo se hace?

En este vídeo amateur podemos aprender de una manera bastante clara y desde cero cómo comenzar esta práctica:




Recordar: no buscamos el dejar nuestra experiencia sino el aprender a relativizar y ser nosotros quienes controlamos cómo nos afecta en el momento presente.



Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 18:50
Escrito por: Administrador

Que es la depresion

Depresión, ansiedad, estrés son trastornos del ánimo. ¿qué es eso?. Descubramos qué son realmente estos trastornos si queremos aprender a superarlos.


Todos los que parecemos de los trastornos del ánimo, queremos saber qué son. Todos sabemos  qué nos están produciendo, esto es: sus síntomas, cómo se están manifestando en nosotros, pero lo que querríamos saber es qué son estos trastornos, qué los produce y -sobretodo- como podemos curarlos.

Cuando comenzamos a tener los síntomas, cuando acudimos al médico especialista porque no nos encontrábamos bien, en realidad no buscábamos conocer qué nos ocurría, sólo buscábamos una cura a nuestro mal. Nuestro especialista nos diagnosticó que padecíamos de depresión o de ansiedad o de estrés, fuera la que fuese nosotros entendimos que habíamos caído en una enfermedad "mala" (como si hubiese buenas).

Depresion Ansiedad Estrés Tremenditis
Autor: RacoonyRE 
Aunque puede que no fuera tu caso, a la mayoría nos costó asimilar el diagnóstico: no era posible que nuestros males físicos respondieran a un problema mental, por tanto, el médico debía estar equivocado. Asimilarlo fue difícil pero más lo fue el comprender que la solución a nuestro problema no podía estar en un tratamiento farmacéutico tradicional o en una operación quirúrgica, nuestra curación pasa por un problema de "reconstrucción mental".

Asumido que este es el camino de la cura de nuestra depresión o ansiedad, queremos que nos informen de qué es realmente nuestro trastorno para tener un comienzo, un punto de partida para comenzar nuestra sanación.

Lo normal es que confiemos en nuestro especialista y sea a él a quien dirijamos esta pregunta. Nuestro especialista, como si estuviera escribiendo una receta al farmacéutico -cosa que hacen en un código escrito que sólo ellos son capaces de descifrar-, nos indica que el nombre técnico que nuestro trastorno de depresión, ansiedad o estrés es el de neurosis: una alteración de nuestro sistema nervioso producida frecuentemente por una alteración de nuestra mente.

En realidad muchos médicos consideran que no es conveniente que los enfermos de depresión, ansiedad o estrés sean conscientes de qué les pasa, pues consideran que esto puede ralentizar su sanación por producirles una cierta obsesión recurrente. Otros, simplemente no son capaces de explicarlo y otros no quieren decir la realidad simple,


Depresión, Ansiedad, Estrés = Tremenditis.



Somos conscientes que muchas de las personas que lean esto, simplemente cambiaran de página pues esta no les está diciendo aquello que quieren oír, pero ¿Tú que prefieres: qué te adulemos el oído o conocer la realidad?.

En nuestro artículo Depresion Ansiedad Sentimientos, estuvimos explicando como la realidad es algo objetivo, algo independiente de nosotros. Los hechos acontecen y son percibidos por nuestros sentidos. Muchos creemos que esta realidad es la que marca cómo nos afecta, pero la realidad es que falta un paso en este proceso.

Ante un mismo acontecimiento objetivo,  nuestro equipo de fútbol ha ganado el partido o hemos perdido el metro, la realidad es igual para todos los que lo padecemos pero no a todos nos repercute igual. ¿Porqué?  Porque aquello que percibimos con los sentidos es procesado por nuestro cerebro y es la interpretación que hace de esta realidad la que produce unos sentimientos u otros.

Los humanos nos pasamos el día evaluando, cada cosa que nos acontece es evaluada y no podemos dejar de hacerlo. Si nos fijamos las técnicas de meditación no buscan dejar la mente en blanco (algo francamente difícil pues va contra nuestra naturaleza), buscan centrar nuestra mente en algo "inocuo" para que así descanse de pensar en el resto. Evaluamos y evaluamos y es en ese proceso donde nos hemos distorsionado y la causa de nuestro estado actual.

Al evaluar, clasificamos las cosas como buenas, malas o indistintas, cuando hemos caído en los estados de depresión, ansiedad o estrés, a estas clasificaciones tradicionales les añadimos dos: lo muy muy malo y lo muy muy bueno.

Cuando algo ocurre ya no podemos clasificarlo como malo, todo lo malo pasa a ser muy muy malo, tan malo que va a ser imposible que lo superemos. Aunque menos frecuente, cuando pasa algo que evaluamos como bueno, pasa inmediatamente a ser muy muy bueno, lo mejor, inmejorable. Hemos caido en la tremendítis, las cosas no son nunca 100% malas ni 100% buenas. En todo lo malo hay algo bueno (siempre hay una lección) y en todo lo bueno hay algo malo.


Por ser lo que normalmente más nos afecta vamos a centrarnos en aquello que antes era malo y ahora clasificamos como malísimo.

Si analizamos la principal creencia que nos atenaza, esta tendrá casi con total seguridad estas tres características:

  • Producirá malestar emocional.
  • No resuelve de ningún problema.
  • Será falsa.

Algunos pensarán que la primera característica es obvia, pues tenemos depresión, ansiedad o estrés, la realidad es que muchas personas no son conscientes de qué es esta creencia la que está produciendo el daño en nuestro cerebro que se ha manifestado como esta enfermedad. No siempre es fácil relacionar los sentimientos (la llamada inteligencia emocional es algo que no todos tienen desarrollado - nosotros no lo teníamos-). Para comprobar que esto es así bastará con fijarnos en que cuanto más evadimos nuestra mente de esta creencia (sea de forma voluntaria o por causas externas que centran nuestra atención en otro punto) nuestra salud emocional mejora.

La segunda característica tiene que ver con que esta creencia seguro que es inútil, esto es, no nos aporta nada. Es una característica común el que estas creencias nunca nos conducen a la resolución de ningún problema, si conseguimos serenarlas nos daremos cuenta de que estábamos intentando, como se dice normalmente, matar moscas a cañonazos.

Y la tercera característica es la más difícil de asimilar: son falsas. Este punto es muy conflictivo, muchas personas dirán que lo que les ocurre es objetivo y medible y, por tanto, son reales. Nadie niega que existan auténticos traumas o situaciones francamente adversas pero, aún en estos casos, nuestra creencia suele ser exagerada, esto es: puede tomarse con una relatividad y no -como solemos hacer- añadiendo más leña al fuego.


Sabemos que lo que estamos exponiendo es difícil de asimilar y más difícil aún de cambiar pero debemos entender que somos nosotros quienes estamos alimentando nuestras creencias, quienes estamos interpretando de manera exagerada la realidad y debemos, como primer paso de nuestra curación, aceptar de manera razonada que las cosas no son tan extremas como las clasificamos, no somos los peores, no somos unos fracasados, no somos un caso perdido, etc. En estas clasificaciones nos hemos puesto nosotros y nuestro extremismo, y somos nosotros los que debemos sacarnos de ellos simplemente siendo tan justos con nosotros como lo somos con los demás.



Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 18:48
Escrito por: Administrador

Como evitar los pensamientos negativos

Los pensamientos negativos son uno de los síntomas más difíciles de manejar, pero podemos aprender cómo evitar tener estos pensamientos perjudiciales.


Síntomas de depresión y ansiedad es una bitácora que surge con la intención de ser un punto de encuentro entre las personas que padecemos o hemos padecido el trastorno de depresión y/o el trastorno de ansiedad.

Evitar los Pensamientos Negativos
Como hemos sufrido este trastorno en nuestra persona, SÍ estamos capacitados para comprender qué tan importantes e incapacitantes son los síntomas que suelen acompañar a la depresión y/o la ansiedad (algo que no pueden decir muchos de los “especialistas” en su tratamiento y cura, puesto que, pueden empatizar y hacer un esfuerzo para comprender con la experiencia de lo aprendido y oído, pero nunca lo han padecido en sus carnes) y, sin lugar a dudas, uno de los síntomas más frecuentes, recurrentes y difíciles de lidiar son los pensamientos negativos.

Existe un dicho que reza:

“No hay peor enemigo que nuestra propia mente,
a la que no logramos silenciar y 
de la que no podemos escapar”.

Nosotros sí entendemos hasta qué punto afecta el hecho de tener una idea recurrente golpeando una y otra vez nuestro cerebro sin que tengamos manera de poder eliminarla: porque lo que queremos es eliminarla, que desaparezca, que nuestra mente no vuelva sobre ella,..., y no podemos.

En realidad no sabemos si alguien será capaz de conseguir este estado, esto es: de manera consciente y voluntaria decidir qué piensa y qué no. A la mayoría de las personas esto no nos ocurre, nuestra mente es como un ente distinto a nosotros, con voluntad propia y que parece que hace sólo aquello que quiere.

Aunque, como decimos, este síntoma de depresión y ansiedad, es de los difíciles de manejar, sí que podemos hacer una serie de cosas que nos van a permitir “sobrellevarlos” con mejores expectativas. Como en la mayoría de cosas sí podemos aprender


Vencer los Pensamientos Negativos

Cómo Vencer los pensamientos Negativos



Siempre se ha dicho que la lengua es indiscreta, cuando nos duele una muela, cuando nos hemos pegado un bocado, cuando nos la hemos mordido, etc. de manera inconsciente no podemos sino volver a hurgar en el lugar dolorido con la lengua. Intentamos evitarlo y, cuando volvemos a ser conscientes (normalmente porque vuelve el dolor) ya está la lengua tocando donde no debiera.

Con la mente ocurre algo similar: Para muchos de nosotros - que padecemos o hemos padecido de trastornos de depresión y/o de ansiedad -, la mente es con las preocupaciones lo mismo que los rumiantes con la comida, les damos vueltas y más vueltas sin llegar nunca a asimilarlos. Nos introducimos sin querer en un círculo vicioso del que resulta muy difícil salir.

Para vencer estos pensamientos negativos podemos seguir estos consejos:


Aceptar

Hemos puesto este punto como primero pues es, probablemente, el más difícil. Cuando queremos que el pensamiento negativo remita, en realidad lo que estamos queriendo es que desaparezca, que sea un recuerdo (de esos tan antiguos que ya ni recuerdas), que no haya existido.

Sabemos que existe la ansiedad, que la ansiedad es un sistema de defensa presente en todos los humanos, que la ansiedad en sí es beneficiosa pero que, los que padecemos de trastorno de ansiedad, tenemos este sistema alterado y nos está “complicando”, por lo que queremos que se apague definitivamente.

De la misma manera que cuando hablamos de trastorno de ansiedad, queremos apagar un sistema que no se puede apagar – pues perderíamos sus beneficios – y debemos entender y asumir que la cura de la ansiedad no pasará por eliminar la ansiedad de nuestras vidas sino por que el sistema vuelva a funcionar de la manera adecuada, de la misma manera, debemos entender que las preocupaciones forman parte de nuestra existencia.

Es normal tener un pasado, un presente y un futuro. Un pasado del que aprender y coger lo bueno que nos dio, un futuro porque debemos tener cierta previsión y esperanza y un presente porque es aquí y ahora cuando se está viviendo.

Los pensamientos negativos son una alteración y, normalmente exagerada y negativa de la realidad, debemos aceptar la realidad misma, no aquello que nosotros le añadimos. Es un proceso de aprendizaje, de comprender que está ahí, aceptarlo sin evaluarlo. No evitar que esté, sólo aceptarlo y apartarlo. Volverá y repetiremos el proceso como algo natural.


Distracción.

Una buena estrategia que podremos seguir al evitar los pensamientos negativos es la de realizar tareas que nos resulten gratas.

Evitar Pensamientos Negativos - Distraccion
Cuando el pensamiento negativo se ha apoderado de nuestra realidad es fácil que ya no encontremos la satisfacción en aquellas actividades que antes nos gustaban (lo sabemos bien quienes padecemos de trastorno de depresión y/o trastorno de ansiedad). Debemos intentar volver a reconquistar esta parcela de nuestra vida.

Reemprender las tareas que nos resultaban gratas, volver a aprender a disfrutar de ellas, volver a sentir como nuestro estado de ánimo mejora cuando las hacemos y, con esta mejoría en cómo nos sentimos, estaremos mermando la fuerza del pensamiento negativo.

No existen reglas generales sobre qué actividades son las recomendadas en este punto, cada persona encuentra (o encontraba) satisfacción en unas u otras: ver la tele, salir de compras, jugar a las cartas, hacer deporte, etc. Lo importante es recuperar aquello que nos hacía sentir bien a nosotros y, hacerlo.


Cambiar la Perspectiva.

La realidad es como es ... o no. La realidad que percibimos está distorsionada por nuestra apreciación de la misma, nuestro aprendizaje vital hace que interpretemos los hechos construyendo nuestra realidad.

Al hablar de los pensamientos negativos que nos afectan y que queremos aprender cómo evitar, un consejo que suele resultar útil es el de intentar ver esa misma realidad de la manera más objetiva posible.

Deberemos intentar observar esa realidad intentando ser realistas, intentando evitar el catastrofismo (a los que, reconozcámoslo, tenemos tendencia – normal: tememos un trastorno de depresión y/o ansiedad y es uno de sus síntomas característicos).

Evitar Pensamientos Negativos - Perspectiva
Para cambiar esta perspectiva no siempre es posible hacerlo por nosotros mismos, en estos casos es aconsejable ver qué opinan, como afecta a otras personas de nuestra confianza. Escuchemos qué nos aportan para tener una visión más objetiva.

Recordemos: escuchar no es oír: oír es un proceso por el que el sonido entra en nuestros oídos, escuchar es el proceso por el que asimilamos y procesamos con nuestro cerebro aquello que oímos.

Como ya comentamos al principio, nosotros hemos pasado este proceso y sabemos lo fácilmente con lo que despreciamos o desoímos la opinión de los demás – es, precisamente, uno de los síntomas de los trastornos de depresión y/o ansiedad -. Pensamos que no están en nuestro lugar, que nos les afecta como a nosotros, que no pueden llegar a entender, etc. En el fondo lo que estamos haciendo es aquello que en este consejo os invitamos a evitar, estamos escudándonos, poniendo excusas, para no aceptar que la realidad que nosotros percibimos pueda tener otros puntos de vista, que no sea tal cual nosotros la sentimos.


Anticipación.

Por desgracia los pensamientos negativos no vienen solos. Normalmente no existe un único pensamiento negativo, normalmente tras un pensamiento negativo vienen otros.

Un consejo es aprender a identificarlos para intentar parar su efecto incluso antes de que se produzca. En este punto los especialistas aconsejan que nos agenciemos una palabra muleta (del estilo: alto, para, no, etc.) que utilizaremos cuando percibamos un pensamiento que sintamos que puede ser negativo, una muleta a la que recurriremos cuando nos demos cuenta de que estamos volviendo a este pensamiento negativo.

Notar que no a todas las personas les resulta productivo esta palabra, esta orden a nuestro cerebro indicándole que no queremos avanzar en este pensamiento, ciertas personas necesitamos - antes que esta orden - un aliento, un empujón de fuerza que nos indique que somos capaces de superarlo, en estos casos deberemos recurrir a muletillas alentadoras: soy capaz, tengo que intentarlo, etc.



Los pensamientos negativos merman mucho nuestra capacidad vital. Esta realidad es aplicable a todas las personas y, en especial a aquellos que padecemos de trastorno de depresión y/o de trastorno de ansiedad.

Si bien no siempre es posible quitar los pensamientos negativos de nuestra mente, si podemos aprender cómo evitarlos o cómo vencerlos, para ello lo más importante será detectarlos de manera temprana y no alimentarlos para que crezcan.





Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 17:24
Escrito por: Administrador

Vencer Depresion y Ansiedad: Meditacion

Meditación = misticismo, Relación equívoca. La meditación es un proceso natural con el que podemos vencer la depresión y la ansiedad de forma más rápida.


Vencer Depresion y Ansiedad - Meditacion
Al hablar de meditación, tendemos a imaginar a un maestro budista, ataviado con su túnica marrón, sentado con sus piernas cruzadas y sus manos entrelazadas en un profundo estado de concentración que le hace incluso levitar.

Tras esta imagen que nos han impuesto los medios de comunicación existe una realidad, distinta aunque relacionada, que tiene que ver con el auténtico objeto de la meditación: la conexión con el presente.

En la vorágine en la que nos vemos envueltos en la vida actual, vivimos constantemente preocupados por el pasado y por el futuro, olvidando el presente. Si bien es cierto que no podemos ni debemos:

  • Olvidar el pasado; Pues él nos aporta las sensaciones que conforman la memoria y las experiencias previas que nos dan la sabiduría.

  • Vivir en el futuro; Aunque no podemos vivir sin contar con él, debemos preparar el examen, proveer la nevera, etc., el futuro es incierto y es precisamente esta incertidumbre la que nos trastorna.


A las personas con trastorno de depresión se nos encuadra dentro de las personas que vivimos en el pasado, no asumiendo la realidad de lo acontecido y que no se puede cambiar, por otra parte, a los que sufrimos de trastorno de ansiedad se nos clasifica dentro de las personas que vivimos asustadas por lo desconocido del futuro.

Como decíamos, sin olvidar el pasado ni despreciar el futuro, el error que comentemos habitualmente y que nos impide vencer los trastornos de depresión y/o ansiedad, es el de olvidar el presente, el vivir el aquí y el ahora y, para ello, podemos servirnos de la meditación.


Como Meditar



Cuando hablamos de meditación, normalmente comenzamos con una explicación que tiene que ver con el hecho de ponernos ropa cómoda, buscar un lugar apartado y tranquilo y crear el ambiente adecuado para ello. Este tipo de cosas no tienen que ver con el misticismo con que algunos tienden a relacionar la meditación sino con el hecho de buscar la comodidad que nos permita llegar centrarnos en aquello que es la meditación.

En este sentido: Nos pondremos ropa cómoda evitando gomas y ataduras en las muñecas, tobillos y cintura, el objeto es que no nos moleste la ropa ni esta impida la correcta circulación sanguínea; buscaremos un lugar apartado y tranquilo, el objeto vuelve a ser el hecho de garantizar que estemos cómodos y tengamos la “certidumbre” de que no van a molestarnos durante el tiempo que invirtamos; intentar crear nuestro “lugar especial”, de la misma manera que cuando vamos a estudiar elegimos nuestro rincón en el que hemos creado la relación con el estudio, cuando vamos a cocinar preferimos nuestra cocina, etc., las personas tendemos a crear nuestro espacio para realizar cada actividad, a la hora de meditar, también es conveniente tener un lugar singular donde crear ese vínculo espacio-meditación.

Una vez estemos en este lugar, en el momento elegido y con la indumentaria apropiada, comenzaremos el proceso:

Nos sentaremos de una manera que nos resulte cómoda, pero no tanto como para dormirnos. Elegiremos una palabra que será lo que se define como nuestro mantra, por ejemplo “EIKIS” (cualquier palabra sirve). Desde esta postura, la meditación consistirá en centrar nuestra atención en esa palabra, dibujarla en nuestra mente e intentar centrarnos en ella, en cómo está dibujada, en como está perfilada, en la palabra.

Nos centraremos en esta palabra y en ella nos mantendremos durante todo el tiempo que dure la meditación, que intentaremos que sea entre 15 y 30 minutos.

Durante la meditación es normal que aparezcan pensamientos que tienen que ver con el pasado, el futuro o incluso el presente, pensamientos que nos desvíen de nuestro objetivo de mantenernos centrados en la palabra; no debemos luchar contra ellos, no debemos alimentarlos, simplemente, cuando nos demos cuenta de que estamos pensando en algo distinto a la palabra, los apartaremos sin juzgarlos y volveremos a centrar nuestra atención en la palabra.

Esto es todo.



Muchas personas consideran la meditación como un proceso que exige una concentración de la que no disponen, como vemos es algo equivocado; sólo debemos intentar centrarnos en algo (en este caso en la palabra elegida que será nuestro “mantra”), cuando aparezcan pensamientos que nos desvíen, apartarlos, dejarlos pasar – Sin Juzgarlos – y volver a nuestro objetivo.

La meditación busca el descanso de la mente. Cuando sufrimos de trastorno de depresión o de trastorno de ansiedad, nuestra mente (de manera inconsciente) está constantemente fijada en la idea o ideas que nos obsesionan, no desconecta ni cuando dormimos. Con la meditación se busca que nuestra mente descanse de esto en lo que está constantemente centrada (aunque sea obligándola a centrarse en otra cosa).

Con la meditación aprenderemos también a relativizar; cuando nos invadan los pensamientos, aprenderemos a verlos desde una cierta lejanía, no juzgándolos, evitando en parte el que nos afecten con la intensidad que lo hacen normalmente.

Tras la meditación debemos hacer un ejercicio simple que es el de recorrer nuestro cuerpo y sentir cada parte del mismo. No debemos juzgarlo, no debemos centrarnos en si duele, molesta, está tranquilo, etc. Solo reconocerlo y ponernos en contacto con él, en el ahora, en el presente.


La meditación está demostrada que nos va a permitir conectar con la realidad e independizarnos en cierta medida del pasado y del futuro, con lo que resulta muy beneficiosa en la cura de los trastornos de depresión y/o los trastornos de ansiedad.



Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 9:00
Escrito por: Administrador