Síntomas de Depresión

Es frecuente confundir la tristeza con la Depresión, pero esta tiene unos síntomas definitorios que la hacen muy diferente. Aquí los tratamos.

El transcurso normal de la vida hace que todos tengamos cambios en nuestro estado de ánimo. De vez en cuando todos tenemos “días grises”, días en los que la tristeza se hace más patente. Esto es un proceso normal que a todos, en mayor o menor medida, nos afecta.

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Cuando estamos ante una situación en la que este estado de abatimiento se comienza a apoderar de nuestra vida, cuando vemos que este estado se alarga en el tiempo y comenzamos a sentir que no tiene intención de desaparecer, es cuando debemos empezar a plantearnos si no estaremos afectados por la depresión.

Como decimos, tener unos días bajos no es tener depresión, la depresión implica un trastorno emocional más profundo.

Si ya estamos seguros de que nuestro trastorno es que tenemos depresión, es el momento de no asustarse, para eso surge esta página síntomas de depresión y ansiedad, es el momento de comenzar a entender que es en la propia comprensión de los síntomas y sus causas donde se inicia el camino que nos va a llevar a superarlo.


¿Qué es la depresión?


Según Wikipedia:

La depresión (del latín depressio, que significa «opresión», «encogimiento» o «abatimiento») es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana.

Desde Sintamos de Depresión y Ansiedad consideramos que esta definición no es de gran ayuda para las personas que no han tenido ningún contacto con este trastorno. El hecho de estar triste o los bajones en el estado de ánimo son reacciones normales a los reveses de la vida, por tanto se deben diferenciar de la depresión.

Mientras que hay personas que definen la depresión como un “agujero negro” en el que han caído sus vidas y del que no van a poder salir nunca, en otras personas la depresión no se manifiesta en absoluto como un estado de tristeza; para ellos, simplemente, la vida ha dejado de tener el sentido que tenía, su vida se ha vuelto apática y vacía pero no se sienten tristes. En el caso particular de los hombres, es normal que este trastorno se muestre con un estado que los vuelve más inquietos, enojables e incluso agresivos.

El punto que va a permitirnos tener una idea clara de que lo que padecemos no es un episodio (más o menos largo), de tristeza sino que es un trastorno de depresión va a estar en el que la depresión afecta a nuestra vida cotidiana. Este síntoma es – en muchos casos – definitorio. La depresión como trastorno interfiere en nuestra capacidad de desarrollar nuestra vida con normalidad, interfiere en nuestra capacidad de estudiar, trabajar, divertirnos e incluso comer o dormir.

Para saber si efectivamente estamos padeciendo un trastorno de depresión es necesario recurrir al especialista quien nos realizará las pruebas oportunas para el diagnóstico preciso. Aún así, podemos hacernos una primera idea recurriendo a los síntomas típicos de este trastorno.

Depresión: Síntomas


Mucha gente habla de síntomas sin saber muy bien de qué estamos hablando. Cuando nos referimos a los síntomas, estamos hablando de las señales externas o internas que producen los trastornos. Señales estas que seremos capaces de percibir nosotros mismos o los demás.

Un síntoma se describe con un símil bastante acertado en las alarmas, los pilotos que tienen la mayoría de electrodomésticos o los vehículos. Estos pilotos son un indicador externo de que algo está funcionando de manera anormal en la máquina en cuestión.

De forma análoga, los síntomas son las alarmas de nuestro cuerpo. Los síntomas son la manera que tiene nuestro cuerpo de indicarnos que algo no está funcionando de forma correcta en su interior.

Veamos ahora una relación de los síntomas de depresión más frecuentes:

  • Síntomas psicológicos:
    • Sentimientos de impotencia y desesperación. Una visión pesimista del panorama que nos rodea, la idea obsesiva de que no existe posibilidad de mejorar la situación ni a corto ni a largo plazo.
    • Apatía y pérdida de interés por los quehaceres diarios. Las cosas que antes nos gustaban y nos distraían ya no nos llenan, perdemos el interés por nuestras antiguas aficiones, pasatiempos, etc.
    • Sentimiento de pérdida de energía. Como si se hubiera desenchufado la pila que alimenta su cuerpo. Sentimiento de lentitud, de cansancio general, incluso las tareas más sencillas le resultan ahora casi imposibles de realizar y requieren mucho más tiempo para realizarse.
    • Perdida en la capacidad intelectual. Problemas para concentrarse en alguna tarea, problemas en la toma de decisiones, problemas de memoria, etc.
    • Fuerte sensación de inutilidad o culpa.
  • Síntomas conductuales:
    Alteraciones en nuestra manera de comportarnos.
    • Modificaciones que pueden llevar a comportamientos imprudentes, temerarios o escapistas.
    • Alteraciones en los nervios. Se siente especialmente irritable, agitado e incluso este estado le ha elevado el nivel de violencia. Puede percibir que este estado responde a que el resto a aumentado su nivel de violencia contra usted, aunque no sepa el porqué.
  • Síntomas físicos que no responden a causas físicas:
    • Normalmente asociados a alteraciones gástricas o dolores en la cabeza, espalda, cuello, etc. y que no responden a las causas físicas.
    • Alteraciones en nuestro metabolismo que tienen como consecuencia perdidas o ganancias de peso significativas en poco tiempo (normalmente se considera relevante cuando este cambio es de más de un 5% en sólo un mes – y no nos hemos puesto en un plan de adelgazamiento)
    • Cambios en la manera del sueño. Esta alteración puede manifestarse tanto en episodios recurrentes de insomnio, acortarse el ciclo del sueño (especialmente despertar antes por las mañanas) como la necesidad de dormir más de lo que era habitual.


El que momentáneamente te sientas identificado con uno o varios de estos síntomas no quiere decir que tengas un trastorno de depresión, como ya hemos dicho, todos pasamos por periodos “oscuros” y no por eso estamos deprimidos. Para tener una mayor certeza te recomendamos que realices nuestro test de depresión.



Nota:

De la misma manera que ocurre con un piloto que nos informa de que algo no funciona bien, apagar la alarma no resuelve el problema, los síntomas que nos informan de que algo no funciona bien en nuestro interior pueden apagarse (o mitigarse) pero esto no va a resolver el problema real.

Por ejemplo, tenemos una luz en el salpicadero del coche que nos indica que este no tiene aceite; podemos desconectar el piloto y, con ello, ya no veremos la señal, pero esto no le da al coche el aceite que falta y se rompe.

La auténtica solución al problema no será apagar el síntoma (este mecanismo que nos informa funciona bien) sino resolver el problema en su origen.


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Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 16:58
Escrito por: Administrador

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