Cuatro acuerdos para superar la depresion y la ansiedad

Superar los trastornos de depresión y ansiedad implica cambiar nuestra manera de razonar, un primer paso puede ser comprometernos en 4 cosas.


Tanto si padecemos de trastorno de ansiedad como de depresión, estamos en una situación en la que las cosas que nos rodean pasan a tener un interés singular. ¿Cuántas veces no habremos alimentado un temor sólo basándonos en sospechas? o, ¿Cuántas veces habremos sufrido sólo por tomarnos demasiado a pecho un comentario?.

Acuerdos para superar depresion y ansiedad
Cuántas veces no nos hemos descubierto con pensamientos del estilo: ”seguro que ese comentario iba dirigido a mi”, “lo ha dicho con mala intención”, “debe pensar que soy tonto”,..., y si se trata de comentarios positivos: “no puede ser que se haya fijado en mi”, “debo haber interpretado mal sus actos”, etc.

Sabemos que nuestra manera de reaccionar no es, habitualmente, un acto voluntario y que modificar nuestra manera de reaccionar puede ser una tarea costosa pero, es un esfuerzo que valdrá la pena pues nos permitirá reducir la sintomatología, es un esfuerzo que tendrá su recompensa en la cura de los síntomas de ansiedd y depresión y, para el cual, deberemos intentar modificar la perspectiva de la interpretación de los acontecimientos.

A poco que prestemos atención sobre estos pensamientos “automáticos”, nos daremos cuenta que casi siempre se basan en hipótesis, en interpretaciones no demostradas que siempre buscan romper nuestro equilibrio interno, de inquietarnos, de acongojarnos. Y, puesto que somos nosotros mismos quienes las generamos, consiguen su objetivo.

La buena noticia está en que, con un poco de práctica, podemos reducir el impacto de estos pensamientos, para lo cual necesitaremos aplicar


Cuatro acuerdos para curar la ansiedad y la depresión




Cuidar lo que se dice.

Cuando hablamos nos enfrentamos con el problema habitual de convertir aquello que pensamos en las palabras que lo digan de manera concreta y exacta. Algo nada fácil: encontrar las palabras que expresen lo que sentimos.

Aunque parezca que cuando decimos algo, especialmente contra alguien distinto a nosotros, estas palabras no nos van a repercutir, la realidad demuestra que esto no es así. Cuando hablamos, lo que decimos es la mitad para a quien va dirigido y la otra para nosotros mismos.

Aquello que decimos puede volver a nosotros en forma de remordimientos, celos, rencor, reproches, etc. Por ello es muy importante cuidar aquello que se dice. Traduciendo aquello que utilizan los carpinteros; medir tres veces y cortar una, deberemos detenernos a pensar aquello que vamos a decir antes de hacerlo.

Debemos realizar un acuerdo con nosotros mismos, debemos comprometernos a tratar de buscar en nuestras palabras la sinceridad en búsqueda de la verdad y tratar de evitar (aun cuando sean contra nosotros mismos), juicios severos, chismes, críticas injustas, etc.


Nada es personal.

Esta postura tiene que ver con el hecho de que, cuando algo pensamos que es personal, tendemos a crear montañas de granos de arena.

Todos hemos pasado por situaciones en las que el hecho de que era personal era innegable, eran ataques descarados a nuestra persona. Aun en estos casos, debemos intentar no tratarlos como algo personal. Debemos buscar la manera de analizarlos de forma fría y aprender de estos momentos en nuestro benefício.

¿Sabías que algunos venenos en las dosis y de la forma adecuada pueden resultar curativos?. Razonemos sobre ello.


Dejar de lado las suposiciones.

Como decíamos al principio de este artículo, muchos de los problemas que se nos generan habitualmente en el trato con las personas parten de la base de que hacemos suposiciones, esto es: damos como cierto aquello que en realidad no tiene por qué serlo.

Para fundamentarlo sólo tenemos suposiciones, sospechas, experiencias previas (puede que equivocadas). Estamos dando como cierto lo que no deja de ser una hipótesis.

El problema de estas suposiciones es que nunca juegan en nuestro beneficio, por lo que, en caso de no poder evitarlo, es mejor preguntar, saber, que quedarnos con esa incertidumbre, con esa suposición que puede estar equivocada.


Siempre el máximo.

Este acuerdo te permitirá saber que has hecho todo lo posible: haz siempre el máximo, ni más ni menos.

Cuando, ante cualquier faceta de la vida, damos el máximo de nuestras posibilidades, evitamos el poder luego hacernos reproches. Si en cada momento intentar centrar todos tus esfuerzos en su resolución, luego sería injusto contigo mismo recriminarte el no haber hecho lo suficiente (diste todo lo que podías en ese momento) o haber hecho demasiado (en aquel momento consideraste que era lo correcto).



Si somos capaces de llegar a un acuerdo con nosotros mismos para cumplir en cada momento con estos puntos, habremos dado un paso importante en la resolución de nuestros problemas en búsqueda de la felicidad.

Recordemos que los trastornos de depresión y ansiedad, sus sintomas, son una respuesta a aquellos razonamientos que no realizamos de manera correcta. Con estas modificaciones en nuestro pensamiento habremos avanzado hacia su cura definitiva, la cura de la depresión y/o la ansiedad.


Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 16:00
Escrito por: Administrador

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