Aprender a desconectar por nuestra salud

Esta bitácora está centrada en los trastornos de depresión y ansiedad, en sus síntomas y en cómo aprender a manejarlos hasta llegar un momento de su cura total. Con esta idea sobre la mente, existen técnicas que pueden ser utilizadas por todos, técnicas que nos van a permitir aprender a manejar el estrés cotidiano y que son aplicables tanto para los que padecemos trastornos de depresión y/o ansiedad como para el resto.


Cuando, por fin, finalizas tu jornada laboral, cuando consigues llegar a tu hogar, cuando parece que todo debiera haber pasado, etc., te encuentras que sí estas en tu casa, pero continúas con el exceso de revoluciones, con las prisas y el nerviosismo acumulado. Por nuestro bienestar, debemos aprender cómo restaurar el equilibrio y aprovechar aquello que ahora tenemos.

Aprender a desconectar por nuestra salud
Si no paramos de dar vueltas a los problemas es porque buscamos insistentemente una solución a los mismos, tenemos la percepción que mientras estos estén ahí no controlaremos nuestras vidas y, por tanto, puesto que queremos recuperar el control, buscamos y rebuscamos una solución.

El problema de este planteamiento, por otra parte muy habitual, es que en esta búsqueda e indagación, nos estamos perdiendo un tiempo muy importante e invirtiendo una energía de la que no andamos sobrados: estamos invirtiendo el tiempo y la energía que debemos dedicar a nosotros mismos.

Según cierta filosofía oriental preocuparse en exceso no tiene sentido pues el pasado es algo ya ocurrido y que no hay manera de cambiarlo y el futuro es algo que no suele depender en exclusiva de nosotros, por lo que es imposible atar su discurrir.

Partiendo del hecho de que pasado y futuro escapan en cierta forma de nuestras posibilidades, llega el momento de asumir que lo único que realmente nos queda es el presente, el aquí y el ahora y, cuando llegamos a la protección de nuestro hogar, es el momento de aprovecharlo impidiendo que se vea afectado o que se anule por estas preocupaciones.

Este es un planteamiento que parece tener su lógica pero que también tiene sus detractores quienes alegarán que hablar es una cosa y ponerla en práctica otra; para ello las pregunta es:


Como serenar nuestra mente



Aunque esto no tenga una respuesta concreta, una receta mágica que nos permita – como se suele decir – “cambiar el chip”, sí existe un conjunto de pautas que nos van a ayudar:


Pensar en Positivo.

Cierto que la vida te ha puesto muchas dificultades, cierto que en ocasiones parece que la situación no tiene solución, etc. pero nuestros pensamientos pueden ayudarnos o acabar de hundirnos.

No estamos hablando de perder la noción de la realidad y fantasear con imposibles, estamos hablando de tratar de relativizar aquello que nos aflige y buscar lo positivo de cada situación. Frases o pensamientos del estilo: “no hay mal que por bien no venga “ (aunque ahora no sepamos qué); “a pesar de ello, por suerte...”; “gracias a...”.

Reiteramos que la vida ya es bastante complicada como para, además, ir añadiendo pensamientos negativos a la misma, por lo tanto, tratemos de apartar los pensamientos negativos y centrarnos en pensar cosas positivas.


Relajación instantánea

En esta bitácora dedicaremos una página específica para tratar el tema de la relajación pero ahora necesitamos una forma rápida y efectiva de rebajar la tensión y, para ello, proponemos cuatro técnicas muy sencillas:

  • Apretar los puños fuertemente durante 5 segundos y luego abrirlos lentamente.

  • Mascar chicle – tan simple como eso: está demostrado que este movimiento repetitivo de la mandíbula disminuye el ritmo del corazón y relaja la actividad cerebral.

  • Tararear; es una manera de forzar una respiración regular.

  • Repetir una frase “clave” un cierto número de veces.

Pondremos estas técnicas en funcionamiento en cuanto entremos en casa, o incluso en el portal, para reducir la aceleración que traemos y comenzar con buen pie.


Disfrutar de las pequeñas cosas.

No hemos tenido un día perfecto, pero eso no va a hacer que no podamos disfrutar de los pequeños detalles de la vida: la sonrisa de nuestro hijo, el jugar con él, el darnos un baño de espuma o disfrutar de una ducha, el ponernos un calzado cómodo, etc.

Estos detalles que normalmente pasamos desapercibidos y que aportan calidad a nuestra existencia deben ser valorados en su medida de manera consciente.


Disminuir los ruidos.

Aunque normalmente no es posible aislarse del exterior, los ruidos excesivos dificultan el poder disfrutar de la tranquilidad necesaria para aprovechar el presente. Un ruido excesivo tiende, por sí sólo, a ponernos en tensión. Puesto que queremos disfrutar de las cosas y dejar las presiones en la puerta de la casa, buscaremos el reducir los niveles de ruido a los que estamos sometidos.



Como decíamos al principio de este artículo, las técnicas que se han expuesto en este artículo no son específicas para el objeto de esta bitácora (síntomas de depresión y ansiedad), son técnicas sencillas que podemos aplicar todos (incluso los que padecemos de trastorno de depresión o de trastorno de ansiedad) para conseguir una mayor calidad de vida y, sobre todo, la paz interior que impida llegar a estos trastornos o que nos permita curar los trastornos de depresión y/o ansiedad (incluso de estrés) con mayor facilidad.



Sintomas de Depresion y Ansiedad, Actualizado en: 17:36
Escrito por: Administrador

No hay comentarios:

Publicar un comentario